Arenas Giróvagas

Tinglado Dos, Tarragona, 1991

Conjunto construido con arena, madera, mármol, piedra natural, parafina, agua y semillas de adormidera, que puede ser apreciado como un paisaje desde dos balcones, uno en cada extremo del espacio.
Esta pieza, homenaje a los poetas y músicos de Oriente Medio, realizada en vísperas de la primera Guerra del Golfo, crea una especie de paisaje en el que dos imágenes mentales se superponen la una sobre la otra: la de un mar sembrado de pequeños volcanes -montañas cónicas- y la de una asamblea de derviches giróvagos, cuyas faldas blancas en la danza, que giran sobre su propio eje, crean conos blancos en el espacio. El paisaje queda interrumpido en ambos extremos de la nave por una roca y por su réplica en parafina, llevando esculpida en su parte superior la huella de un pie. Huella que en la roca original contiene agua y, a su lado, un cántaro y, en el caso de la réplica, semilla de adormidera.