Barro, dijo ella
GalerÃa Montenegro, Madrid, 1985
Construcción de un espacio mÃnimo envolvente con ladrillos de adobe. Un espacio que permitÃa al visitante sentir acusadamente la parte invisible de su cuerpo; esa especie de aura que le envuelve, cuya extensión y colores pueden, hoy en dÃa, ser registrados gracias a la fotografÃa Kirlian. Estrato invisible, de cuya existencia ya solo los ciegos hacen uso. Al entrar en la casa-yelmo esa extensión del cuerpo roza con el muro de adobe y produce una sensación de acusada presencia.Â