Entrelazar, arrugar y seguir el hilo
Sala Kubo Kutxa. Donostia 2024. 26 abril 2024 –Â 25 agosto 2024
Comisaria: Lola Durán
Entrelazar, arrugar y seguir el hilo presenta 42 piezas producidas entre 1993 y 2013 distribuidas en cinco grandes espacios.
Entre manos (2011) una proyección que gira alrededor del tema de los nudos y del juego de los cordeles, un clásico entretenimiento infantil que es, también, una práctica ancestral de los pueblos primigenios, donde se hacen una asombrosa variedad de figuras con una cuerda que se intercambia de unas manos a otras. Nos recuerda que todos los mal llamados pueblos primitivos tenÃan juegos de cordeles, asà como el hecho de que el psicoanalista Jacques Lacan utilizó el nudo borromeo para indicar la estructura psÃquica del ser hablante en la experiencia analÃtica: el registro de lo real, de lo imaginario y de lo simbólico. Acompañan al vÃdeo un texto de la psicoanalista y escritora Ani Bustamante, junto con una selección de poemas de los indios Cree.
Mostrar/nombrar (2011) son dos palabras de vidrio traslúcido que aluden a una reflexión constante: la idea de que mostrar no es nombrar. Mostrar es poner algo a la vista, enseñarlo sin ayuda de palabras. Sin embargo, para nombrar inscribimos ese algo dentro de un código establecido, que es el lenguaje. Mostrar versus nombrar, la discrepancia entre la representación y el enunciado, entre lo visible y el lenguaje, el objeto y el concepto.
La serie Nudos (2013) gira en torno a los hilos y las cuerdas, funciona como una metáfora del entretejido de los afectos y del lenguaje, que aborda el problema de las conexiones entre materia y lenguaje.
Tú y yo I (1997) evoca la presencia de una ausencia, en un espacio para dos comensales inexistentes en diálogo mudo. Es una reflexión acerca de la polaridad, los contrarios, la dialéctica, en el fondo, un patrón básico del pensamiento presente en todo tipo de parejas. Mientras que Tú y yo II (2000) unos pares de zapatos/botas de fieltro enfrentados sobre arena fina de los que salen voces, una masculina y otra femenina, establecen un diálogo no convencional. En este caso, las tres palabras «tú», «y», «yo» están presentes escritas con pelo humano en las paredes. La obra remite, por un lado, al hecho de la pareja y, por otro, a un uso menor del lenguaje que no tiene su punto de gravedad en el verbo ser, tal y como entiende Deleuze el uso extranjero del lenguaje.
Dos audiovisuales: No es más que un pequeño agujero en mi pecho (2004) y Blind Spot (2005) aluden a metáforas del cuerpo, a los puntos ciegos, a los agujeros negros, a las simas sin fondo.
Y para finalizar, en el piso superior, nos adentramos en la Habitación de Manila (1993), una serie de piezas hechas de papel de Manila durante una estancia en Lanzarote, en la que realicé una serie de grabados y que llamo «piezas leves». Son lo más cercano a hacer algo con nada. Un papel que habitualmente se emplea para envolver, a la vez liviano y resistente que, arrugándolo, he convertido en pequeñas piezas. Obras que recuerdan a diferentes clases de semillas, cordones con nudos, asas, collares, vestidos, zapatos… que han permanecido treinta años guardadas y que se exponen por primera vez para esta muestra.
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